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Mostrando entradas de diciembre, 2012

TONADITA DEL VIENTO

¨Detenerse es morir y el viento lo sabe. ¨ Francisca Ossandón I Detenerse y morir son idéntica cosa. Ossandón lo escribía con su letra preciosa. Y que ¨el viento lo sabe¨, lo sabemos. Se nota cuando calla en las tardes que el calor nos sofoca, cuando duerme su nana en lo azul de las olas, cuando aquieta en un trazo el perfil de las hojas. II Sin embargo yo estuve bien anclada en tu boca por más años que risas, con más llanto que rosas… Y me fui acostumbrando al buril de la roca, al dolor del silencio, al correr de las horas. Y en el dulce letargo de este amor cuenta gotas, yo morí por un rato en tu edénica sombra. Y fue vida en la muerte, y fue aroma de rosas, y fue un gozo abrazarte con mis dos alas rotas. III Pero al fin, me alejé… (como el mar de la costa) con delirios de versos, con desdén de gaviota, dibujando en el aire un camino de alforzas, inventándome apuros, sopesando derrotas. IV Y hoy... si miro hacia vos

UN SONETO PARA MI PADRE

He soñado a mi padre anoche, tarde. Lo he soñado llorando. Fue muy triste. No pregunto por qué. La pena existe cuando el sueño acomete, y es cobarde. Sin embargo, al rayar el sol temprano, lo volví a distinguir en el chispeo de otros ojos, un dulce pavoneo de pupilas, de azúcar en la mano despojada. La vida se disuelve entre lágrimas, luces y sonrisas, y no hay muerto perdido en sus cenizas que no torne a brillar. Mi padre vuelve con un eco de luz ( y en otros ojos...) a salvarme del mar de los despojos.

LA CHISMOSA

La chismosa. Quiebra el aire con su voz, y lo quiebra todo el día… Si a veces parecería que si no hablara de vos, -y sin la venia de Dios- de aquél, de éste, de todos, siempre y hasta por los codos, no puede hacer otra cosa. La chismosa. Con vida ajena se ensaña por nunca mirarse a sí, y se va metiendo así con lento paso de araña, sacudiendo su guadaña sobre todas las cervices sin respetar directrices, y de forma vergonzosa. La chismosa. Tiene una lengua tan larga que de bufanda la usa, y sin la menor excusa (pues culpa alguna la embarga) transporta pesada carga que al cuello le da seis vueltas de lengua pura y resuelta a dar cháchara latosa. La chismosa. Se cuida de no morderse por no sufrir en su seno el implacable veneno que destila sin caerse, pues no deja de meterse con el mundo conocido, que con nombre y apellido la sufre por peligrosa. La chismosa. ¿Quién va juzgando mis pasos sin los suyos vigilar? ¿Quién se anima a sentenciar sin juicio previo en los casos? ¿Quién, a lo Judas,

SONETO INTEMPORAL

SONETO INTEMPORAL ¿Ves esa rosa? Esa rosa nueva que se complace en mostrar su hermosura, que está ufanada en exhibir tersura y entre el común de las flores se eleva. ¿Sabrá su roja Majestad que el viento, el sol, el frío y el tiempo invencible destrozará su belleza increíble sin la menor piedad ni miramiento? Y que algún día, fortuito e incierto, será tan sólo el recuerdo invisible de un esencial arquetipo intangible, como nosotros (como cada muerto). Lo que es precioso, aunque desaparece, en atributo, siempre permanece.

SONETO CATASTRÓFICO

Cuando dos placas tectónicas chocan dentro de uno mismo, los dolores son implacables, son devastadores, y al corazón desvencijado enfocan. Lo que ¨quisiera¨ y lo que ¨debo hacer¨, contra lo que ¨es¨, indefectiblemente, nos hacen ver abrumadoramente que está en nosotros el otro a vencer. Y en ese duelo de espejos sangrientos, va la razón primera, a paso fuerte, y el corazón llorándose la suerte sobre un herido mar de sentimientos. Hace una V en el camino la Vida, y nos empuja a encontrar la salida…

LUMIÈRE

Una rosa en la nieve una lluvia en verano el sol tibio de junio mariposa en la mano como el faro en la sombra o el mar quieto de mayo o un chispeo de luna en la cama jugando adelanto de cielo paraíso prestado una lágrima dulce en las piedras chocando como el nido que tiembla escondido en el árbol como el último y roto y rendido soldado, como un grito sin voz como un vuelo de pájaros lo mejor de mi vida fue morir en tus brazos adelanto de cielo paraíso prestado

PARA NO MORIR DE UN GOLPE

I Volver a la fuente es escribir en soledad, con la ventana a la calle cerrada de par en par. Con los dedos en las teclas y los ojos sin nublar. Con la hoja en blanco perfecta dejándose fecundar. II Mil veces querer, poder, quedarse y recomenzar, aunque las piedras sean mármoles, y las voces no estén más. Aunque las flores sean sólo una nostalgia de azahar, y la arena de estas pistas un cementerio de mar. III Vital oxígeno es hacer versos sin pensar que la fragua está en los otros… porque los otros (no están). Porque se fueron un día de invierno, sin avisar... y yo no quise aceptarlo, por miedo a la oscuridad. IV Volver a la fuente es prescindir del ¨qué dirán¨, y escribir aún sobre el agua sin agobiarse jamás. Porfiarle al paso del tiempo, ser un granito de sal, que el agua de lluvia rompe con su punzón de cristal. V En resumen, vivir es hacer poesía, sin más, y aunque el silencio me abarque, creer que vos siempre estás. Y aunque la Sombra me invada como un fuerte Leviatán, y me pulse

LIMPIEZA

Un rompecabezas precioso al que le faltaban varias piezas. Seis jaboncitos con forma de rosas que perdieron totalmente su perfume. Tres cargardores de teléfono que hacía mucho tiempo se habían quedado sin sus teléfonos. Dos joysticks rotos. Un reloj sin pila ni arreglo. Etc. Todo a la basura, en menos que canta un gallo. Estoy tratando de liberarme de las cosas que ya no tiene sentido guardar. Incluyéndote.

ANIVERSARIO...

I El amor es un cristal que se quiebra en forma insana si el destino lo profana, casi siempre para mal… Es cizaña en el trigal, nube oscura en cielos claros, y ponzoña sin reparos en el pobre corazón que sufre la desazón y paga el precio muy caro. II El amor es un jardín de ¨nomeolvides¨ preciosas que nacen entre las rosas espinadas y hasta el fin pelean solitas sin lamentación ni asistencia, contra el filo de la ausencia que oscila como una espada de Damocles oxidada sobre su endeble existencia. III El amor es patrimonio de pocos, es privilegio de algunos y entraña un regio tesoro. Es testimonio digno del más grande encomio, que al que lo porta embellece, y blasón que se merece los versos que se han escrito, es el numen infinito que lo que toca, enaltece. IV El amor es una hoja abandonada sin tiento, débil juguete del viento que casi todo despoja. Como a una perla preciada, por el mismo Dios lustrada, lo conservé en mi regazo, y se murió entre tus brazos aquella tarde perdida de dicie

21 DE DICIEMBRE DE 2012

En fin, el reloj sonando, el sol con el brillo idéntico, la luz jugando en las hojas, los dormidos limoneros, dos gatos se van del patio (los envidio a esos traviesos), hay un pino muy orondo con delirios navideños, los papeles en la mesa mezclados con libros viejos, palabras improvisadas que algún día serán versos, una agenda ya prescripta, aroma a café y pan negro. Hay un teclado gastado (gastado, como mis dedos…) Sin novedad en el frente ni cambio de rumbo cierto, el mundo sigue su curso con la autocracia del tiempo. Los mayas leen los diarios y se ríen en silencio, las horas siguen su igual camino de aburrimiento. Nada ha cambiado, mi amor, el mismo azul en el cielo, y por no desentonar... yo,  que te sigo queriendo. Y  (por no desentonar