Vas a verme hasta en la sopa,
en la borra del café,
en esa página wé
y en el fondo de tu copa.
Y si quisieras mudarte
a Júpiter o a Neptuno,
¡no tengo miedo ninguno!
también allí has de toparte
con mis versos y mis huellas
espejados en las nubes,
recitados por querubes,
taraceados con estrellas.
Y si en tu extrema porfía
decidieras no mirar,
y en consecuencia ignorar
hasta tu último día
lo que te escriben mis manos,
te van a labrar el cuero
con mi legado versero
los más versados gusanos.
Porque a amores de esta hilanza
¡ni Dios los puede apagar!
y te suelen esperar.../
/hasta el fin de la esperanza /
/vas a verme hasta en la sopa,
en la borra del café,
en esa página wé
y en el fondo de tu copa.
Maritè Saturè
PARÍS, 28 de diciembre de 2010
en la borra del café,
en esa página wé
y en el fondo de tu copa.
Y si quisieras mudarte
a Júpiter o a Neptuno,
¡no tengo miedo ninguno!
también allí has de toparte
con mis versos y mis huellas
espejados en las nubes,
recitados por querubes,
taraceados con estrellas.
Y si en tu extrema porfía
decidieras no mirar,
y en consecuencia ignorar
hasta tu último día
lo que te escriben mis manos,
te van a labrar el cuero
con mi legado versero
los más versados gusanos.
Porque a amores de esta hilanza
¡ni Dios los puede apagar!
y te suelen esperar.../
/hasta el fin de la esperanza /
/vas a verme hasta en la sopa,
en la borra del café,
en esa página wé
y en el fondo de tu copa.
Maritè Saturè
PARÍS, 28 de diciembre de 2010