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ALEGATO POÉTICO- GALLINA QUE CACAREA SEGURO QUE PUSO EL HUEVO-

Estrofa Intro:

Puedo verte mas no puedo tocarte,
ni violar mi promesa, ni violarte.
Y vedando mis magnas ilusiones
por el mal de mi falta cometida,
ya parezco Moisés con pantalones
avistando la Tierra Prometida…
Una especie de Adán con voluntad
que no puede comer de tus manzanas,
y las mira con toda dignidad
masticando tres kilos de bananas...
___________________________________________________

Me permiten acercarme
a vos (máximo: / Un metro)
Si no acato ¡vade retro!
Tu juez volverá a encerrarme.

Voluntad es lo que sobra
para cumplir la condena
que sin tregua me encadena
y tantas penas me cobra.

¨Libertad condicionada¨
se caratula esta instancia
de respetar la distancia
(y menos que ésto: es nada)

Y en su afán de vindicarme,
la señora de mi espejo,
alegando un buen consejo
e interés por resguardarme,

con su mentado recato,
su histórico raciocinio
y letrado patrocinio,
me instó a aceptar el contrato:

de mirarte sin rozarte
por no mucho más de un rato,
y anular el arrebato
de las ganas de tocarte.

Pero Nobleza me obliga
a advertirte que te cuides…
(porque a veces a estas lides
las abastece la intriga).

Y peses el contratiempo
de cercenarme el derecho
de pasar del dicho al hecho
(como ocurriera hace un tiempo)

Que te muevas muy despacio
y no me des la ocasión
que encuentra todo ladrón
cuando le dan un espacio.

Que le pongas siete llaves
a tus cierres y a tus puertas,
y a tus botones adviertas
que no he quemado mis naves,

que corren peligro cierto
(sin contar que los blindaste...)
Que el muerto que vos mataste,
¡todavía no está muerto!

Una promesa es un himen
que se rompe sin sorpresa.
Toda asesina regresa
(por regla) al lugar del crimen.

Y no hay cristal más rompible
que la palabra firmada
de una mujer sentenciada
por un jurado invisible:

a no tocar lo que adora,
a no poder lo que quiere,
sabiendo muy bien que muere
por la misma ley que llora.

Hago constar, sin lamento,
que si no logro evitar
violarte y también violar
este docto reglamento,

no me dupliques los cargos,
no me apedrees en público
y a este discurso tan lúdico
no lo sepultes de embargos.

Yo que vos, valoraría
esta honorable advertencia,
que sienta jurisprudencia
en un marco de hidalguía.

Y ad honorem, firmo al pie,
para que arbitres los medios
de custodias, de remedios,
de amparos de buena fe,

y el temple que Dios te dé
cuando me tengas enfrente,
siendo una prueba elocuente
lo que ya manifesté.

Redunda pero no miente
agregar que en esta gesta
poco importa tu respuesta,
porque el que calla, consiente.

Por lo demás, yo proclamo
por escrito y de antemano:

Que me declaro inocente.

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POEMA REDUNDANTE

¨Es mejor ser rey de tu silencio, que esclavo de tus palabras¨ William Shakespeare Mule City,  25 de junio de 1612 ______________________  I ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué más podría escribir que todo lo que te he escrito…? ¿...? Va casi un lustro, y es claro que no se ha inventado el río capaz de apagar el fuego, cuando ese fuego es divino. Que no hay tormenta ni obstáculo, pantano, muralla, sismo que logre desenraizar la fibra de este amor mío. Un árbol que mal nació intrincado y retorcido, no siempre amaina su fuerza por haber errado el tino; al contrario, más se prende, multiplicando los bríos y extendiendo sus raíces a niveles infinitos. II ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué podría sorprenderte…? ¡Con todo lo que te he escrito! ¿...? No he escatimado recursos, imágenes, cartas,  libros, sitios web, redes sociales, para mostrarte con signos, mi franca moción de entrega, mi volcán de desatinos, mi corazón en bandeja, mi vendaval

UNA EXCEPCIÓN

  Yo que a nadie denuncio. Yo que no rezo. Que no pongo las manos en el fuego. . Yo que en nada milito. Yo que no apuesto ni vida ni tesoros a ningún credo. . Yo que marcho en contrario a los supuestos. Yo que hago apología del desacierto. . Que en la lid de los héroes no aspiro a un puesto. Que si veo Molinos no los enfrento. . Que en las tierras del justo no hago cimientos. Y que olvido las líneas del padrenuestro. . Yo que escondo la mano. Y no doy el ejemplo. Y no impugno ni afirmo. Y no corro, ¡vuelo! . Que abandono en mitad de la guerra a mi ejército. Y que niego tres veces, como Pedro. . Que trafico emociones a sobreprecio. Que jamás me pronuncio ni me juego. . Que no tengo bandera. Ni conciencia. Ni méritos. Pongo el dedo en los clavos y no creo. . ¿ Y si juro que sumo ? ¡ Resto ! . ¿ Y si digo que voy ? ¡ Vengo ! . . Yo, vacía de gracia. Yo que no intento modificar el mundo, ni protegerlo, . . hubiera dado todo 《lo que no tengo》 por oír(te) decir(me) Te quiero. . . . . . . . .